domingo, 22 de mayo de 2011

Los votos nulos no van al Sol

No estoy en Sol ni en las redes sociales. Estos días estoy a mi rollo, que ya me tocaba pararme, pero eso no quiere decir que no lea y no me entere.

Me gusta mucho la música del movimiento Democracia Real Ya. Es cautivadora. Un canto a la responsabilidad individual, a la soberanía popular, a la ilusión de una sociedad más justa... Me cuentan los que han estado -eskerrik asko Jabi- que el grado de civismo y compañerismo en las asambleas es ejemplar. Emocionante como catarsis colectiva. Estupendo material para hacer buenos reportajes.

Pero a la melodía habrá que ponerle letra. Esta explosión popular de indignación y de deseo de cambio habrá que concretarla y no me arriesgo nada si digo que ahí empezarán los problemas. La escritora Belén Gopegui ofrece en Rebelión.org un ejemplo muy interesante de lo contradictorio que puede ser un movimiento tan "abierto". Resulta que había en la plaza del Km 0 una pancarta que decía "la revolución será feminista o no será" y "alguien" la arrancó entre los aplausos de "otros alguienes".

Es evidente que los procesos de cambio los impulsan las personas que están en situación de desventaja, pero ni las desigualdades marcan de la misma manera a todos ni las soluciones son únicas. Entre los "desfavorecidos" también hay diferentes sensibilidades. Cuidado con las simplificaciones.

En mi opinión, el mayor error es considerar que no votando se fastidia a los grandes partidos, a los mercados, y los responsables de la crisis. Mientras se mantengan en el poder todo lo demás les da la risa.

Bienvenida sea la ola de indignación si sirve para concienciar pero no nos engañemos: los votos nulos y blancos no van al Sol, van directamente a la basura.

Igual es que en Euskadi es diferente y aquí la indignación sí tiene opciones... Yo, desde luego, voy a votar y !qué a gusto me voy a quedar después!

lunes, 16 de mayo de 2011

Sonamos como nos movemos

Ha fallecido Pedro San Martín, bajista de La Buena Vida, en accidente de coche. Tenía 39 años.



Sólo tienes lo que das
Sólo en tus ojos el color,
sólo en tus manos el calor
y es que nada puede ser mejor
que vivir al día y con amor
por si fuera tarde, mi vida.
Sólo en tus labios el color,
son esos momentos de ilusión
y es que nada puede ser mejor
que vivir al día y con amor
no quiero perderte, mi vida
y si nada puede ser mejor,
cómo es que en tu vida no hay amor
no lo entiendo
debe ser el aire y tal vez el agua
azul marina, azul marina.
Cada vez que lloro tú te vas
y me dejas solo, qué más da
el por qué lo haces tú sabrás,
sólo veo en ti la soledad
duerme con dulzura, mi niña
y si no pudieras descansar
cuéntame que yo sabré escuchar
lo que quieras
debe ser el aire y tal vez el agua.

lunes, 9 de mayo de 2011

La democracia está desnuda

Y no hay ningún niño inocente que se lo suelte a la cara, como al rey del cuento.

En estos días, todo un señor nobel de la Paz defiende la venganza política, el asesinato extrajudicial –podían habérselo cargado igual, tras el juicio; en EEUU está vigente la pena de muerte- y de colofón, justifica la tortura.

¡Qué miedo y qué horror! ¡Y qué asco!

Lo último en manipulación es sacar vídeos caseros del enemigo. Demostrar su pequeñez: ¡se teñía las canas! Creen que somos idiotas. Que pueden convertir la muerte en espectáculo a distancia y no nos vamos a dar cuenta. De hecho, ya hay disponible un videojuego donde puedes ser soldado de las SEAL, el comando de élite que ejecutó la operación. Al mismo tiempo, haremos jornadas de expertos para discutir cómo proteger a los niños de la violencia de la televisión ¿Y la bárbara realidad? ¿Cómo nos defendemos de quien marca la línea entre el bien y el mal?

Hemos crecido viendo linchamientos en las pelís del Oeste, guerras de Cruzadas, brujas autoinculpadas bajo tormento. Historias de la Historia. Pero resulta que están aquí mismo, al otro lado de la pantalla.

Un voto, sólo uno, puede decidir sobre los derechos “democráticos” de miles de personas. Como quien deshoja una margarita. Tú terrorista, tú no, tú ya veremos…

Y nos dicen que todo lo hacen por nuestro bien. (La excusa del padre maltratador que golpea a su hijo. “Me duele más a mí”). Es para que estemos más seguros. Y de paso, para que aprendamos de una vez, si no lo hemos hecho ya en la escuela y en el trabajo…, que el más fuerte siempre gana y además, tiene razón.

No quieren que veamos que el rey está desnudo. El miedo funciona como pegamento invisible y de contacto; así, todos acojonados, adoramos la monarquía.

Indignarnos no es suficiente. ¡Viva la república!