domingo, 30 de agosto de 2015

Helado de mandarina (sobre la transparencia y el sueldo de los políticos)

Para poner el broche a este mes de agosto estupendo me voy a regalar a mí misma un helado de mandarina. Pero no cualquier helado sino uno artesanal, sin colorantes, de dos bolas, comprado en la heladería más cara de la localidad. Un capricho.

No soy rica. Vivo de mi sueldo, con una limitadísima capacidad de ahorro, pero puedo gastar mi dinero como se me antoje. Sin dar explicaciones. Gracias a que soy una ciudadana anónima, no una política alternativa a la "casta". Así que si quiero comerme un helado de firma lo hago y nadie me lo echará en cara. Tampoco tendré que justificar mi costumbre de no comprar cremas de marca blanca ni chocolate de oferta. Porque sí.

Esa libertad tan capitalista de que cada cual gaste lo suyo como mejor le parezca se le ha negado a la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Presionada por los medios de comunicación de la derecha más derecha, se ha puesto a explicar cuánto ha pagado por sus vacaciones y con quien ha repartido los gastos, algo que, en mi opinión, no debería haber hecho.

Si ir de vacaciones no es delito, si alquilar un apartamento en la costa no es delito y si tener salud, tiempo y dinero para hacer lo que te guste en tu ratos de ocio no se considera delito, no veo motivo para andar justificándose. ¿Qué pasa? ¿Sólo la derecha puede disfrutar sin sentimiento de culpa?

Me voy a comer mi helado. Y el próximo día os explicaré porqué no me parece bien que Ada Colau cobre sólo 2.200 euros al mes.

lunes, 17 de agosto de 2015

Ver lo bueno

Es un ejercicio que potencia el músculo del optimismo: animarse a ver lo bueno, también en las páginas de los periódicos. Yo lo practico en vacaciones. Como desintoxicación mental.

Las dos últimas noticias positivas que he encontrado me han reafirmado en que la defensa de los derechos esenciales no es tarea grande ni pequeña, sino cosa de todos los días.

Los pensionistas guipuzcoanos se unen para reivindicar que ninguna pensión esté por debajo del umbral de la pobreza. Y a mí me alegra ver que hacen frente a la discriminación por edad que se extiende en nuestra sociedad como una mancha de aceite. Mayores y dinero. ¿Quién no ha oído decir alguna vez que los viejos necesitan menos dinero porque "gastan menos"? Es justo al revés.

En la otra cara de la moneda están las criaturas. Esas que molestan tanto a la parte de la población sin hijos que impulsa un mercado de espacios only adults. La cuestión que siempre me ha sulfurado es que se cuestione el derecho a amamantar en espacios públicos. Si una persona de 25, 35 ó 45 años se puede comer un bocata en la calle, por qué un lactante no va a poder alimentarse...

Los pensionistas se unen para luchar por pensiones dignas y el Gobierno Vasco reconoce el derecho de las madres a amamantar en espacios públicos. No está mal para ser agosto.

Sento il mare dentro a una conchiglia...estate, l'eternità è un battito de ciglia (Escucho el mar en una caracola...verano, la eternidad es un pestañeo).



lunes, 10 de agosto de 2015

Es verano

Te vestirás de fiesta
con tu mejor color,
nos iremos juntos a bailar un rock´n roll
a la plaza del pueblo
donde nadie dudará de mi amor por ti.

Te contaré mi vida,
te cantaré mi amor,
apuraré de un sorbo mis días y viviré de amor,
pues es verano, mira como ríe el tiempo,
y es temprano para despedir tu amor.

Tal vez el mejor verano
sea el que hoy me das.

La Buena Vida