sábado, 5 de septiembre de 2015

Aylan, la foto y la conciencia

El niño sirio muerto en la playa nos golpea a todos. Pero en las guerras, en todas las guerras, mueren niños como él. No es el único inocente que sufre el horror de estar en un mal momento en un mal lugar. Sólo eso le diferencia de nuestras criaturas, -de los niños y niñas que ahora mismo ríen y juegan en la arena de una playa cualquiera- dónde y cuándo nacieron. Eso decide su futuro.

!Qué inútiles y lentos son los políticos! !Tan temerosos y pusilánimes! Siempre a la defensiva. Van por detrás de la opinión pública porque temen contrariarla.

¿Qué podemos hacer por los refugiados? Nuestra tristeza, nuestra indignación, nuestras lágrimas, por muy auténticas y bien intencionadas que sean no les sirven para nada. No mejora su situación. "Parad la guerra" nos suplican. Ese es el grito de cualquier refugiado. (Parad al ISIS añadiría yo). ¿Podemos parar la guerra? ¿Pueden hacerlo nuestros políticos? Mandan tan poco...

El cuerpecito inerte de Aylan arrastrado por el mar, con sus pantalones cortos y sus piernas de niño recien estrenadas nos desgarra la conciencia. Aumentan las donaciones a ACNUR. Todos queremos hacer algo, lo que sea... Porque esta vez lo hemos visto. Con la historia de Aylan la desesperación ha llegado hasta nuestras casas.

Algunas voces en vez de protestar por la crisis humanitaria se quejan, discuten, cuestionan la conveniencia o no de publicar la foto. Como si el poder de la imagen, que llena de contenido el espanto de algunas palabras demasiado flojas para lo que encierran (desamparo, dolor, terror, guerra...) nos tuviera que ser hurtado; para "protegernos".

Las palabras huyen, las imágenes nos acompañan. Una vez ví en un vídeo a una niña africana aterrorizada, sufriendo la tortura de la ablación. Es cierto que hirió mi sensibilidad; nunca podré olvidar sus gritos.

De las imágenes de la atrocidad no te recuperas, perduran, te cambian... Cuando escucho hablar de cultura, de tradición, de lo dífícil que es erradicar costumbres ancestrales... me viene a la cabeza el vídeo y me digo a mí misma que lo pasaría en las televisiones en prime time.