"Estate" en italiano. Es también el título de esta canción del último trabajo de la napolitana Pietra Montecorvino. Copio la letra por si alguien quiere entretenerse en traducirla.
Estate
Sei calda come il bacio che ho perduto
Sei piena di un amore che è passato
Che il cuore mio vorrebbe cancellare
Estate
Il sole che ogni giorno mi scaldava
Che splendidi tramonti dipingeva
Adesso brucia solo di furore
Tornerà un altro inverno
Cadranno mille pètali di rose
La neve coprirà tutte le cose
E forse un po' di pace troverà
Estate
Che ha dato il tuo profumo ad ogni fiore
L' estate che ha creato il nostro amore
Per farmi poi morire di dolor
Tornerà un altro inverno
Cadranno mille pètali di rose
La neve coprirà tutte le cose
E forse un po' di pace troverà
Estate
Tutto un passeggìo di estati, la vita. (La vida, como una sucesión de veranos)
miércoles, 30 de junio de 2010
lunes, 14 de junio de 2010
Hombres sin pelos
Se acerca el verano y empiezo a ver chicos con las canillas depiladas. Ya sé, ya sé, alguno/a estará pensando: “Con la que está cayendo y ésta hablando de frivolidades”. Es la ventaja de ser tu propio redactor jefe, nadie te impone los temas. (Para reflexiones sobre la crisis hoy vayan a otro sitio).
Decía que cada vez se ven más hombres depilados. Tras una conversación con una fuente de información confidencial –sólo diré que es una experta en depilaciones varias- que me confirma que a su negocio llegan cada vez más hombres en busca de la depilación definitiva me siento obligada a anunciarlo: queridos chicos, os engañan.
La depilación es un mal rollo. Algo en lo que entras y nunca sales. Las mujeres tenemos vello en lugares no aceptados por el ideal de belleza en vigor y os aseguro que ese “aspecto natural depilado” se consigue con mucho esfuerzo y gasto en tiempo y dinero. Y los pelos crecen enseguida. Esa es la clave del negocio. Hay una gran exigencia en ser lo que no se es. Y toda una industria cuidando que así sea. Imaginad a mi amiga la depiladora cuando uno de esos que tiene vello hasta en el culo se desnuda y le pide una completa a la cera.
Encuentro en los suplementos dominicales anuncios de cremas que hacen desaparecer tripas masculinas mientras el barrigudo duerme. Y pienso que la tiranía de la belleza imposible quiere un nuevo mercado. La tripa cervecera no se deshace como un azucarillo en agua por mucho que frotéis con crema milagrosa. Tendréis la piel más suave y el bolsillo más ligero. Nada más. No estaréis más guapos sólo más ansiosos.
Claro que todo esto los hombres ya lo saben. Si se dejan enredar es porque quieren. Y puestos a incorporar su parte femenina han elegido la más falsa. También podrían apuntarse a los zapatos de tacón. Que se suban a unos stiletto e intenten caminar con seguridad mientras se concentran en cualquier cosa. Pensar y pisar fuerte balanceándose sobre 10 cm de inestabilidad. Misión imposible.
Dejo para el final una pregunta que no quedó resuelta en el último capitulo de “Perdidos”: ¿cómo hacían las mujeres naufragas en la isla para no tener vello en las axilas? Va a resultar que en el limbo también hay negocios de estética.
Decía que cada vez se ven más hombres depilados. Tras una conversación con una fuente de información confidencial –sólo diré que es una experta en depilaciones varias- que me confirma que a su negocio llegan cada vez más hombres en busca de la depilación definitiva me siento obligada a anunciarlo: queridos chicos, os engañan.
La depilación es un mal rollo. Algo en lo que entras y nunca sales. Las mujeres tenemos vello en lugares no aceptados por el ideal de belleza en vigor y os aseguro que ese “aspecto natural depilado” se consigue con mucho esfuerzo y gasto en tiempo y dinero. Y los pelos crecen enseguida. Esa es la clave del negocio. Hay una gran exigencia en ser lo que no se es. Y toda una industria cuidando que así sea. Imaginad a mi amiga la depiladora cuando uno de esos que tiene vello hasta en el culo se desnuda y le pide una completa a la cera.
Encuentro en los suplementos dominicales anuncios de cremas que hacen desaparecer tripas masculinas mientras el barrigudo duerme. Y pienso que la tiranía de la belleza imposible quiere un nuevo mercado. La tripa cervecera no se deshace como un azucarillo en agua por mucho que frotéis con crema milagrosa. Tendréis la piel más suave y el bolsillo más ligero. Nada más. No estaréis más guapos sólo más ansiosos.
Claro que todo esto los hombres ya lo saben. Si se dejan enredar es porque quieren. Y puestos a incorporar su parte femenina han elegido la más falsa. También podrían apuntarse a los zapatos de tacón. Que se suban a unos stiletto e intenten caminar con seguridad mientras se concentran en cualquier cosa. Pensar y pisar fuerte balanceándose sobre 10 cm de inestabilidad. Misión imposible.
Dejo para el final una pregunta que no quedó resuelta en el último capitulo de “Perdidos”: ¿cómo hacían las mujeres naufragas en la isla para no tener vello en las axilas? Va a resultar que en el limbo también hay negocios de estética.
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