El módulo Philae, primer aparato enviado por el ser humano que aterriza sobre un cometa, entró ayer en estado de reposo por falta de batería. Donde está no le da suficiente sol y se ha dormido hasta que el calorcito lo active de nuevo.
Me ha resultado tierno que un robot también necesite descanso. Lo veo con otros ojos desde que sé que comparte algo con los frágiles humanos. Tan acostumbrada a escuchar que no somos suficientemente productivos, que cuando estamos enfermos salimos muy caros, que esta manía de la gente mayor por seguir viva no se puede sostener económicamente por mucho tiempo... En resumen, este intentar convencernos de que nos sobra bienestar y nos faltan recursos me estaba afectando en el ánimo, aunque sepa que la monserga se repite para mantenernos en estado de miedo permanente...
Y justo ahora, va Philae y se queda sin batería porque le han hecho aterrizar donde no da el sol. Los cálculos erróneos cometidos por los que manejan su existencia le han llevado a la sombra y al letargo.
Como es una máquina y no un ciudadano de carne y hueso no pueden echar la culpa a su mala cabeza.
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