El viernes me regalaron un Moleskine. La libreta de culto de Bruce Charles Chatwin, el escritor que puso fin a su contrato laboral con un telegrama: "Me he ido a la Patagonia". Hermosa manera de cambiar de vida.
En invierno los días son cortos y las noches largas. Yo la oscuridad y el frío los combato durmiendo. El cuerpo me pide hibernar. Pero no puedo, así que quito energía de donde no debo y como resultado las obligaciones se comen el tiempo de mis devociones. No hago otra cosa que trabajar y recuperar fondo para seguir trabajando.
Sé que no se puede abandonar por tres meses a los lectores y esperar que sigan ahí, pero he vuelto. Tengo un Moleskine, una clara invitación a seguir escribiendo. Llega la primavera. El letargo se acaba.
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A mí no me han regalado un Moleskine, soy más de los cuadernos Clairefontaine o incluso de Guerrero, pero soy de los lectores que siguen ahí, aunque escribas un moleskine de estos cada tres meses.
ResponderEliminarZaindu!
!Qué majo! En un Guerrero se escribe de maravilla, pero los Moleskine son mi debilidad. Tengo pocos vicios así que...
EliminarSeguimos leyéndonos mutuamente.