jueves, 31 de diciembre de 2009

Menos y más

Nueve euros al mes, el equivalente a una entrada de cine con palomitas, eso es lo que va a subir en 2010 el salario mínimo interprofesional que –no lo olvidemos- supera por poco los 600 euros. Lo anuncia, sin rubor, la misma clase política que corrió a auxiliar a la gran Banca con el dinero de todos. Hay que tener un día a día muy alejado de ese mínimo interprofesional para que la noticia no te altere. Pero es que “no hay dinero”. Es la cantinela que repiten todas las administraciones en los últimos meses. Y es mentira. ¿Cómo si no con dinero les han pagado a las multinacionales farmacéuticas sus baldías vacunas?

“Para explicarme cómo eres no me digas lo que tienes dime sólo cómo te lo gastas”. La idea es herencia de un profesor de Filosofía que tuve en el Bachillerato, uno de esos que se recuerdan. Este método de pagar a escote – dinero público- sin poder decidir cómo gastar –sólo un voto cada cuatro años- es un chollo para los que intentan justificarlo todo con la crisis.

La falta de clientela –también por la crisis- es la razón para el cierre del Orient Express. París – Venecia a casi 6.000 euros el billete. Echan la culpa a los vuelos de bajo coste pero más bien parece que los potenciales viajeros del tren de lujo se muevan en jet privado. 633 trabajados euros para sobrevivir todo un mes frente a 6.000 el trayecto de tren. La comparación suena indecente.

“Menos bienes pero más vínculos” dicen los teóricos del decrecimiento, que son los nuevos objetores, los nuevos profetas de un mundo radicalmente diferente. Se trata de revisar lo que gastamos, cómo lo gastamos y los estragos que ello nos produce. Y mientras sigo reflexionando sobre mi huella ecológica me apunto a lo de trabajar menos para vivir mejor. En el nuevo año despejaré la agenda y, consciente de mis límites, sólo me planteo conseguir cumplir tres objetivos.

Un propósito: hablar más inglés (Happy new year Iñaki. Eta goraintziak besteei). Un proyecto: cumplir la petición de mi hija de reunir las cien canciones que más me gustan para ofrecérselas. Una ilusión: sustituir los “tengo que” obligatorios por los “voy a" más apetecibles.


URTE BERRI ON!


P.D.: Para los interesados en el decrecimiento una página web http://www.decroissance.org/ muy diferente a lo que podría parecer su traducción http://www.decrecimiento.es/ y dos vídeos en los que el economista y filósofo Serge Latouche habla sobre la teoría del decrecimiento.


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