viernes, 24 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

El espíritu navideño tiene un punto ñoño que puede irritar, pero nadie es inmune. Poco o mucho, a todo el mundo le toca la fibra algo, aunque sólo sea un detalle, de la Navidad.

En mi caso hay una película -recuerdo de los atracones de tele en las vacaciones navideñas de mi infancia- que me hace llorar siempre, siempre, siempre. Hablo de "!Qué bello es vivir!" de Frank Capra. Me sé de memoria la historia del buenazo de George, que se ha pasado la vida aparcando sus sueños para ayudar a los demás y, desesperado por una jugarreta del destino, está a punto de suicidarse cuando su ángel de la guarda le hace ver lo importante que ha sido su existencia para mucha gente. La misma que acude en masa a ayudarle en esta escena final.

Quien no se emocione es que no es humano...

Pues bien, igual de emocionante me ha parecido esta historia real, la del joven catalán Albert Casals que recorre el mundo sin dinero, y sin que la silla de ruedas a la que vive atado le frene. Admirable.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Diez años sin Carlos Cano

Me apetece mucho escribir sobre los controladores aéreos, para defenderlos.

Ya sé que son unos pijos privilegiados que nos tienen que caer mal porque cobran demasiado dinero y dejaron a un montón de gente colgada en el inicio de sus vacaciones. Pero es que esa lectura apresurada no me convence (600.000 viajeros no es todo el país y se me ocurren otros colectivos de gente que cobran demasiado para lo poco que aportan a la sociedad y no son criticados por el poder político…). Aún me convence menos lo de tener que acostumbrarme al estado de alarma cada vez que el gobierno de turno no sepa resolver un conflicto laboral.

Pero como los controladores se defienden muy bien ellos solos -he visto en la tele a uno de sus portavoces y pocos ministros aguantarían un debate público con él- y hay suficientes artículos interesantes para leer al respecto (propongo dos: éste de Miren Etxezarreta en el que se pregunta cuánto tardarán las autoridades en trasladar la norma de que la baja no sea parte de la jornada laboral a los demás trabajadores y éste otro de José María Ruiz Soroa sobre el estado de alarma) voy a dedicar esta entrada a Carlos Cano, que falleció el 19 de diciembre de 2000.

Para el que no conozca a este cantautor y poeta andaluz, que antes de ser artista fue emigrante en Suiza y Alemania, he elegido tres canciones, seguramente no las mejores ni las más alabadas, pero sí muy significativas de su pensamiento: “La especulación”, “La metamorfosis” y “ La estrella perdida”. No hace falta ser “honoris causa” para explicar lo elemental de manera que todos nos entendamos. Cano anunciaba, allá por los 80, que llegarían tiempos mejores. Me quedo con las ganas de saber qué cantaría hoy.






miércoles, 8 de diciembre de 2010

Julian Assange, el azote de los poderosos

Nada preocupa más a un mentiroso que ser pillado en renuncio. Si montas toda una guerra, pongamos el caso, sobre la existencia de armas de destrucción masiva que van a ser utilizadas contra la población y tú, paladín de los indefensos, estás dispuesto a todo con tal de impedirlo, no gusta que alguien venga y niegue la mayor: no hay armas, no hay amenaza, no hay motivo para atacar a nadie; aparte de las ganas de dominación.

Nada enfada más a un tirano que la rebelión de los, para él, insignificantes. Tantos años, tanto trabajo de propaganda, tanto discurso sobre la libertad de prensa para que nos creamos que vivimos en el mejor mundo posible y viene un ex-hacker y editor a fastidiar el invento. WikiLeaks ha puesto en evidencia la doble moral de la política. Entre tanto cable filtrado relucen claramente al descubierto las vergüenzas del imperio. El sentido común ya señalaba algunas sombras -el caso Couso sin ir más lejos-. WikiLeaks pone las pruebas.

“La verdad siempre vencerá” es el romántico título del texto que Assange firma en The Australian. Y a mí me emociona su fé. Es cierto que la verdad se acaba sabiendo. Nunca, ni en los peores exterminios, llegan a matar a todos, todos, y alguno siempre acaba contando. Pero muchas veces se sabe tarde. Cuando ya no hay remedio.

Los poderosos ofendidos han puesto precio a la cabeza del portavoz. No hay que tomárselo a broma. De momento, Julian Assange está detenido en Londres, en cumplimiento de una orden europea de detención internacional emitida desde Suecia, acusado de delitos de agresión sexual.

Bien, quiero ver cómo “El País” y el resto de medios internacionales que se han beneficiado, de primera mano, del trabajo de WikiLeaks se posiciona acaloradamente a favor de Assange. Y que no vengan en sus editoriales con sutilezas diferenciadoras entre el Assange fuente de información y el Assange acusado de delitos sexuales, porque todos sabemos de qué va esto.

No seré yo quién menosprecie ninguna acusación de violación, pero es que cuando entras a leer el relato de lo sucedido, ofrecido por las mujeres acusadoras de Suecia, no das crédito. El delito parece ser no haber usado condón en relaciones consentidas. ¿Desde cuándo el uso del preservativo es responsabilidad de una sola de las partes?

Es imposible dejar de pensar que todo es una burda excusa para matar al mensajero y lo de matar es realmente significativo cuando voces públicas en los EEUU han solicitado que Assange sea eliminado. Si matan a Assange, si callan WikiLeaks, nos vamos a morir todos, un poquito más.

Como dicen algunos lectores en las entradas de The Australian: “We’re with you Julian” (http://freeassange.org/es). Recogida de firmas en defensa de WikiLeaks http://www.avaaz.org/es/wikileaks_petition/97.php

domingo, 5 de diciembre de 2010

Poeta baten heriotzean

Xabier Lete hil da. Agur eta ohore.

(Sí alguien necesita algún motivo para aprender euskara, aquí tiene una muestra de lo que se está perdiendo).