sábado, 31 de diciembre de 2011

En defensa de lo público

Me tiene de los nervios que la gente no sea consciente del riesgo que conlleva este desprecio, tan de moda, por el sector público.

Mis amigas, mis conocidos y yo, todo mi entorno, somos hijos de la educación subvencionada y de la sanidad universal. La gente de mi generación es quien es porque nació en la parte del mundo donde el Estado proporciona servicios sociales que reducen o amortiguan las desigualdades. No tengo amigos ricos.

Mi vida, la de todos nosotros, habría sido muy distinta de haber comenzado en México, India, Arabia Saudí o Estados Unidos. A no ser que hubiéramos pertenecido a la élite económica de esos países, algo con lo que no cuento- cuando veo películas de época siempre me imagino de criada o cortesana, nunca de marquesa, debo tener la sangre demasiado roja- nosotros no habríamos llegado nunca a cursar estudios universitarios, ni habríamos leído la cuarta parte de los que hemos podido encontrar en las bibliotecas. Nuestros padres y abuelos nos habrían dejado huérfanos mucho antes, sin posibilidad de tratarse sus cánceres, diabetes, cataratas, hernias y demás calamidades.

Estoy harta de los “pringados” que ríen la gracia al presidente de los empresarios españoles y extienden la intoxicación patronal contra empleados cualificados que consiguen su plaza por oposición. La intención final es eliminar funcionarios para poner a las empresas privadas a gestionar el dinero público De hecho, ya tenemos a un antiguo presidente ejecutivo de Lehman Brothers como nuevo ministro de economía. Un tiburón financiero, de los que piden recortes a otros para aumentar sus beneficios, va a dictar la política económica.

Contagiarse del neoliberalismo conservador no es un buen negocio para los pobres. Ah! el problema es que nadie se considera a sí mismo pobre, ni proletario, ni obrero; se me olvidaba que somos clase media… Claro. Espera que te echen en una reconversión cualquiera, conviértete en parado de larga duración y cuando se te acabe el subsidio ten un problema de salud –nadie está libre- que precise de una intervención costosa-. En dos años con el sistema “sálvese quien pueda” verás que lejos te queda la clase media.

Otros consiguieron para nosotros derechos que nos estamos dejando arrebatar mientras nos entretenemos en discutir quién es más “privilegiado”.

No tengo amigos ricos pero nunca he leído que quieran igualarse por abajo. Admiran al que mejor vive y le quieren imitar. Nosotros no. Al final va a ser verdad que de los colegios de pago salen más listos….

8 comentarios:

  1. Bai neska, ondo esanda: gu gara izan direlako.

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  2. Halaxe da. Eta izaten jarraitzeko asmoa dugu, ezta? Eskerrik asko nire blogean sartzeagatik.

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  3. Muy de acuerdo. Somos hijos de "lo público" y los neocom están faltando el respeto a nuestros padres.
    Hoy o ayer decía nuestro pequeño ministro delegado de Lehman Brothers en el gobierno español que la culpa del paro la tiene el estado de bienestar...

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  4. Sí, y acabaremos oyendo decir que los desnutridos tienen la culpa de pasar hambre. Si no quisieran comer todos los días...
    El problema es la cantidad de gente que lo asume como verdad sin pensar ni un poquito.
    Gracias por tu comentario.

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  5. http://blogs.publico.es/dominiopublico/1369/%c2%bfdemasiados-funcionarios/

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  6. Estoy totalmente en desacuerdo con el planteamiento del escrito. La alternativa a lo público no es la pobreza, sino lo privado. Yo tampoco tengo ningún amigo rico, pero el 90% de mis amigos es capaz de ganarse la vida por sí mismo sin necesidad de que se lo pague todo el estado. El estado sólo tiene sentido para ofrecer servicios a ese 10% sin recursos suficientes. Es más, si no hay un 90% capaz de ganarse la vida por sí mismo y sin que le expolie la cartera el estado, el estado se convierte en insostenible. Obviamente el 100% no puede vivir del estado. Ni el 80%. Ni el 50%. Más sociedad y menos estado. No creemos en los políticos, pero creer en el estado es dejar los recursos del país en manos de los políticos. Cuanto mayor es el estado, menor es la capacidad de decisión de la sociedad. No hay estado opresor pequeño.

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  7. Estimado anónimo, gracias por participar y dejar tu opinión. De acuerdo contigo en lo obvio (el 100% no puede vivir del Estado)pero tendríamos que aclarar que es "vivir del Estado" y esa relación entre privado, público y desigualdad (o pobreza). ¿Qué te pongan un marcapasos en un hospital de la Seguridad Social tiene sentido o no? ¿Los suecos tienen un estado más opresor que el nuestro? Me pierdo un poco.

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  8. Cada vez tengo menos en cuenta a los comentaristas anónimos. Cuando te encuentras en la calle con alguien a quien no conoces, te presentas con nombre y apellidps. Es lo normal. No me vale escudarse en el anonimato para defender lo privado, con un discurso aparentemente anarcoide, pero no de Durruti sino de Hayek. Cuidadito!
    Suscribo absolutamente tu post.

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