jueves, 8 de septiembre de 2011

Un punto de vista lejano

Dicen los defensores del relativismo a ultranza que todo depende del punto de vista. Cada persona tiene diferentes perspectivas y “defiende su verdad”. Y si no recuerdo mal, el bueno de Don Quijote le explicaba a Sancho que sólo dos linajes hay en el mundo: el tener y el no tener. Sin llegar al relativismo, seguro que todos estamos de acuerdo en que la perspectiva, el punto de vista, es fácil que varíen según se tenga o no se tenga. Esto vale para hablar del amor, del dinero, del conocimiento…

Viene a cuento porque hoy se han hecho públicas las declaraciones sobre las retribuciones de los parlamentarios. Así hemos sabido que nuestros políticos no viven de alquiler, algunos tienen varias viviendas y bastantes, ninguna hipoteca. Son gente con suerte. Alejados del sinvivir de la subida de los intereses y de las quejas del mileurista. Y a mí me parece estupendo que los representantes públicos estén bien pagados y no tengan tentaciones para la corrupción, ni necesidades de ella. Que algunos tienen propiedades porque las han heredado..., pues que lo disfruten. Ya se sabe: sólo el que tiene padrino se bautiza.

No sé si vivir tan lejos de las preocupaciones mundanas no les hará también sentirse ajenos a las soluciones, pero no es eso lo que me ha escocido hoy, y tampoco el afán cotilla del personal que ha colapsado la web del congreso para saciar su curiosidad sobre el patrimonio de los parlamentarios. ¡Ojalá nos preocupara más lo que hacen que lo que tienen!

Lo que me parece denunciable y una vergüenza mayúscula –desde cualquier punto de vista que lo vea- es que, del dinero de todos, se le pague una mensualidad de 2.061 euros a un señor que fue procesado por su implicación en los GAL y condenado por el secuestro de Segundo Marey. Y que además ese “complemento de ingresos” que así es como lo llaman, se lo haya concedido la Mesa de la cámara de forma “graciable”. O sea, que de ninguna manera a García Danborenea le correspondía cobrar semejante cantidad por su trabajo como ex parlamentario (al parecer, no lo fue el tiempo suficiente para cobrar eso que denominan pensión parlamentaria). Se lo concedieron como medida de gracia. ¡Maldita la gracia!

2 comentarios:

  1. Nada es verdad, ni es mentira... No sé de quién es la frase, pero así es. Cierto que es difícil el equilibrio entre personas que nos representen y el sueldo que se merecen, pero totalmente de acuerdo, Kanene con lo que planteas. Y, además, seguro que sin el -4%, de media, de la Administración (hasta ahora)

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  2. El -4% seguirá creciendo por no recortar de donde de verdad sobra. !Ay esos asesores!

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