miércoles, 15 de agosto de 2018

Ferragosto jubiloso

Un cambio de lugar de trabajo e, indirectamente, un cambio de domicilio están haciendo que este verano sea diferente a los anteriores. Para empezar, por los tiempos. El 15 de agosto - el ferragosto italiano- solía ser el inicio de la recta final de mis vacaciones y este año es justo el primer día.

Quizá ya lo haya dicho aquí alguna vez: el primer día de vacaciones del periodo veraniego es para mí, - desde siempre- uno de los momentos más alegres, optimistas y gloriosos del año. De cada año.

Despertarme sin la intromisión del despertador y ser consciente de que ese día y los siguientes mi tiempo será mío y solo mío y lo podré utilizar como me plazca me llena de dicha.

Si le añades que hace sol, tengo el cuerpo contento y buena compañía, ya puedo decir que soy feliz. Que es lo mismo que disfrutar haciendo lo que quiero, con quien quiero y cuando quiero, sabiendo que la nómina llegará puntual a final de mes. 

Pero es que, además, este año he tenido bastante verano antes de llegar a las vacaciones. En junio fui en busca del calorcito, me quité los calcetines pronto y estoy comiendo helados como si fuera extranjera -haga frío o haga calor- . Algo inusual en mí.

El chute de vitamina D y el atracón de azúcar han elevado tanto mis niveles de optimismo que he comenzado a escribir mi primera novela.

No voy contar nada más de este proyecto hasta que lo acabe. Entretanto, si os preguntáis qué hago que no actualizo el blog, os doy la respuesta correcta: estoy jugando a ser escritora.

Os dejo una canción. 




2 comentarios:

  1. ¿Novela he leído, Kanene?
    Habrá que echarle un vistazo ;-)

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    Respuestas
    1. Ja, Ja. Primero tendré que ser capaz de acabarla, creo que va a ser tan laborioso como escribir una tesis -para que te hagas una idea-.
      Besarkada bat

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