domingo, 3 de mayo de 2020
Confinamiento día 50: NI SÍ NI NO
Durante estas cincuenta jornadas especiales, he tenido días pesimistas y días optimistas, pero en ninguno de ellos he creído que fuéramos a salir de esta emergencia siendo mejores.
No quiero ser aguafiestas; me gustaría creer que las situaciones dramáticas sacan lo bueno de la gente, pero confundir los deseos con la realidad no es un buen punto de partida para ningún análisis. ¿En que se basan los que dicen que vamos a salir cambiados? ¿Los aplausos van a conseguir mejores condiciones laborales para el personal de la Sanidad? ¿El cierre de la hostelería va a cambiar la relación alcohol-ocio? ¿La mortalidad en las residencias de mayores va a poner en cuestión el modelo actual de cuidado?
!Ojalá fuera tan sencillo! Los cambios hay que provocarlos, y me temo que la mayoría de la sociedad quiere volver a lo de antes.
Un virus puede enfermarnos, incluso matarnos, pero no nos transforma. Después de esto, seguirá habiendo quien colabore y quien se dedique a fastidiar. Quien solo piense en sí mismo y quien ayude a la colectividad.
No conocemos el camino de salida; avanzamos entre la incertidumbre.
!Pero siempre nos quedará París!
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ZAZ
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Yo creo que saldremos igual, o enseguida lo seremos: tan buenas o malas personas que antes.
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