domingo, 10 de abril de 2011

El "yo" egoísta de los eurodiputados

Esta semana ha habido, al menos, una noticia divertida. Esa de que los eurodiputados se niegan a congelarse el sueldo y a viajar en clase turista. Para sorpresa de todos los europeos que sufren las medidas de austeridad, los parlamentarios han tumbado varias enmiendas que reclamaban contención en el presupuesto de la Eurocámara para el año que viene, y que habían sido presentadas por los Verdes y por Izquierda Unitaria. Hubo 402 votos en contra frente a 216 a favor y 56 abstenciones. De los que suenan por aquí, sólo cuatro, -catalanes- votaron a favor de perder ciertos favores.

Rápidamente, en Twitter se dieron cita los ofendidos y la etiqueta "eurodiputados caraduras" subió enteros por unas horas. A algunos jefes de filas les dio vergüenza el revuelo y los hay que van a cambiar su voto negativo por una abstención. Y ya está. Al final va a ser que las redes sociales sirven para eso: para desfogarse un rato, para evidenciar el cabreo. Estaréis conmigo en que de ahí a la revolución queda un largo trecho...

Pensemos. ¿Qué habría votado la mayoría de los indignados twitteros? No esa docena de coherentes con conciencia, que en todas partes los hay -recuerdo que cuatro eurodiputados catalanes votaron a favor- sino la mayoría, la que nos encontramos en el Metro. Yo creo que muchos habrían votado a favor de sí mismos. Como los eurodiputados. ¿Quién no va a preferir viajar en business, con espacio para estirar las rodillas, aperitivo y periódicos, si además el billete sale de la hucha común y no del sueldo?

A los eurodiputados les preguntaron y antepusieron sus intereses personales a todo lo demás. Les pudo su "yo" egoísta.

Hace un par de semanas se celebró en Donostia una nueva edición de Diálogos de Cocina, un congreso internacional bienal que congrega a prestigiosos expertos de todo el mundo. Es un lujo de encuentro al que cualquiera no puede asistir pero sí acceder por Internet. Todo lo que se dijo es de interés, pero uno de los conferenciantes que más entusiastas seguidores provocó fue Fidel Delgado. Si tenéis un rato, merece la pena escuchar su intervención sobre el surtido de yoes disponible.. Es una delicia.

Volviendo al tema de los aviones, a mí se me ocurre otra opción que también lograría muchos seguidores: eliminar la clase turista. Todos en primera. ¿Qué no llega? Pues viajamos menos. Estos diputados tan despilfarradores podían quedarse allí de vez en cuando a pasar el fin de semana. Pero ¿por qué limitarse a ahorrar en vuelos? Yo eliminaría los coches oficiales de todos los cargos de las administraciones públicas. El sueldo debería llegarles para pagarse su propio transporte. Los trabajadores lo hacen. Incluso podrían desplazarse en transporte público y dar ejemplo.

Hoy me he debido despertar con el "yo" rebelde subido. Porque no tengo Twitter, que si no la monto.

2 comentarios:

  1. Así que no te encontraba en twitter, Kanene :-D

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  2. La distancia entre representantes y representados es cada vez mayor, por culpa de los representados, súbditos en vez de ciudadanos, apalancados con su fútbol, sus gadgets y su falta de actitud crítica. Los políticos tan solo se aprovechan de las circunstancias, los muy miserables.

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