martes, 12 de julio de 2011

Sucia política

Vuelvo del oasis de las vacaciones gustosamente disfrutadas y caigo en el desierto de la realidad política.

Los titulares hablan de países que cotizan como bonos basura y de mesas de negociación que no tienen nada que envidiar a los zocos árabes.

Me llama la atención que nadie, nadie, haya dudado de que sea cierto lo que denunció Xabier Agirre el pasado día 7. El candidato del PNV hizo públicas las peticiones de dinero y cargos que les hicieron los de Ezker Batua para apoyar su investidura. Su indignada intervención, en la que no aportó ninguna prueba más allá de su palabra, caló sin esfuerzo en la opinión pública porque la idea de que la política es un foco de corrupción está muy extendida. O sea, que no dijo nada que nos sorprenda. La sospecha de que en el cambio de cromos entran las colecciones particulares de cada uno es común y aceptada. Aunque en sí misma sea algo vergonzoso. Y grave.

En el paro hace mucho frío. La expresión de algunos cargos políticos cuando dejan de serlo muestra bien el pánico al futuro... personal.

La duda es si habrían aceptado de ser las peticiones más comedidas.

2 comentarios:

  1. Tan sucio es proponer como aceptar, pero en el caso que nos ocupa el señor Agirre se ha quedado sin poltrona, por lo que no ha aceptado las peticiones de la otra parte.
    Habría que ver si quien ha ocupado al final el sillón foral, del PP, ha negociado algo con ese fin.
    Algún día se sabrá. O no.

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  2. No sólo el PNV ha perdido. Ezker Batua se va a desintegrar. No sé si algunos de sus dirigentes quedarán bien o mal colocados, pero las siglas como tal valen menos que un bono basura.

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