domingo, 12 de agosto de 2012

Mi postura favorita


Esta foto es, para mí, una representación de la felicidad. Los pies en alto, la compañía de una buena novela y las olas como música de fondo. Mejor si hace calor. Las vacaciones son para vivir sin reloj, pero la pereza ralentiza, aleja la realidad. Se diría que todo el mundo está bien. Y no.

En medio de este aturdimiento dos sucesos me conmueven: la perfección de las gimnastas olímpicas (Kanayeva me deja sin aliento) y el discurso del alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo, explicando cómo los sindicalistas andaluces se llevaron alimentos del supermercado para comedores sociales. Tiene toda la razón cuando dice que "Los gatos, sean del color que sean, comen ratones, y nosotros somos ratones".

Son ya cinco años del inicio de la crisis financiera y parecemos anestesiados. Preocupados sí que estamos, cabreados incluso, pero un poco perdidos. No viene mal que nos despierten del sopor con un humilde carro de la compra. Lección de marketing directo para políticos. Menos hablar de deudas, bancos, primas de riesgo y mercados invisibles; la clave está en el carrito. Al final, todo se reduce a lo básico: nos organizamos para que todo el mundo pueda comer o nos conformamos con que algunos pasen hambre.


2 comentarios:

  1. Más anestesiados, si cabe, con los Juegos Olímpicos, cuyo espíritu parece también que esté un poco anestesiado.

    Más de una vez he comentado que si no existiera economía sumergida andarían cerca los ataques para poder comer. Como quiera que yo estoy a tu modo estival, he seguido el tema muy de lejos. Pero, quién sabe, si esos comentarios empiezan a hacerse realidad o los hechos han sido un toque de atención.

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    1. Descansemos para coger fuerzas. Ya verás la que nos espera a la vuelta. Todo serán malas noticias. Ondo segi.

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