miércoles, 22 de diciembre de 2021

BAM 2: el día que Ruper Ordorika nos habló


Si, en caso de incendio o inundación, solo pudiera elegir salvar un disco, uno solo, sería este de Ruper Ordorika. Me enamoró. Escuchaba una y otra vez la cinta casete. Cuando ya no dio más de sí la sustituí por el CD, pero, en cualquiera de los soportes, esta obra ha viajado siempre en mi coche y se ha trasladado conmigo por todas mis residencias.

En otra ocasión os contaré el día que un chico con un guitarra nos preguntó cómo llegar al teatro donde tenía que actuar. El era un cantante desconocido y nosotras unas crías en una plaza.

En este punto, algunos me preguntaréis dónde he dejado Lau teilatu de Itoiz o Gaztelugatxe de Oskorri, canciones preciosas y evocadoras, pero Ruper es mucho Ruper .


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